El Open de España se transforma en el Open de Jon Rahm

Jon Rahm hizo buenos los pronósticos desde el primer al último día en el Acciona Open de España. El de Barrika llegaba al torneo madrileño como el máximo candidato a llevarse el trofeo a casa y así lo hizo. Con unos golpes largos a la altura de muy pocos, el juego corto le fue dando al vasco una consistencia imposible de sostener por sus rivales. "Hoy he metido dos putts en el seis y en el once que no esperas", sentenció. Solo el australiano Lee Woo Min mantuvo el tipo durante la cita en el Club de Campo Villa de Madrid, que volvió a brindar un baño de masas al mejor jugador español del momento.

El actual número seis del PGA Tour sumó de esta manera su tercer título del Open de España en cuatro años. Solo Rafa Cabrera en 2021 ha podido doblegarle desde que sujetase por primera vez el trofeo de campeón. La cifra gana en relevancia si se tiene en cuenta que el otro golfista que a lo largo de la historia ha conseguido tres títulos de campeón es Seve Ballesteros, referente del propio Jon Rahm y considerado como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. "Si alguna vez hubiese soñado cómo igualar a Seve en un Open de España sería como lo he hecho. Ha sido un día espectacular". Sin embargo, no era una celebración plena. "Un poco agridulce porque es la primera victoria sin mi mujer y mis hijos".

Firme desde el arranque de la última jornada, el de Barrika no necesitó desplegar su mejor juego para consolidarse en una primera posición que ya había alcanzado el sábado. Para rebajar cualquier posible tensión firmó un birdie en el segundo hoyo del recorrido y otros dos más de larga distancia cuando más apretaba Min. La buena noticia es que cuando no podía conseguir uno, firmaba un par. Precisamente la ausencia de errores ha sido uno de sus puntos fuertes durante todo el torneo. Su último día, inmejorable, se cerró con un extraordinario -9 en su tarjeta parcial.

Como había avanzado el sábado, su deseo era llegar al green del último hoyo con la victoria en el bolsillo para poder saborear la ovación que seguro le brindaba la afición. Así fue, y mientras devolvía el caluroso afecto de los cientos de seguidores agolpados en las gradas del 18, una enorme sonrisa se dibujó en su cara. "Es muy divertido el poder absorber todo lo que está pasando en ese momento. Es con lo que uno siempre sueña", señaló antes de admitir en quién pensó antes del último golpe. "Me he acordado de un amigo que perdimos hace poco y era muy importante para la familia." Había ganado y había igualado a Seve. Poco más se puede pedir.

Ya en la rueda de prensa posterior bromeó sobre la posibilidad de jugar con Carlos Alcaraz, fanático del golf. "Cuando quiera jugar que me llame, soy un apasionado del tenis", señaló antes de invitar también a Carlos Sainz.

Luis Masaveu fue el otro protagonista del Open de España. El amateur se plantó el domingo con tres tarjetas bajo el par del campo y aspirando a terminar entre los diez primeros en lo que era su debut en el DP World Tour. Un mal inicio, con tres bogeys en los primeros cinco hoyos, le lastró, pero eso no impidió que se fuera más que satisfecho con su actuación. "Me deja con mal sabor de boca, aunque la semana ha sido muy buena, he aprendido mucho y he disfrutado. Además, el público se ha volcado conmigo y me voy muy feliz", apuntó el joven jugador tras su última vuelta al campo.

El que también estaba muy contento era Alfredo García-Heredia, sexto en la clasificación y junto a Rahm, el mejor del domingo en el Club de Campo. "Empecé jugando muy bien, salvé el par en el 12 y el 13 y creo que eso fue clave. Yo siempre supe dónde estaba mi juego y me voy muy contento de este torneo", afirmó el veterano golfista.