Ilias y Turrientes rompen la telaraña de Escocia

España tiró 45 minutos y brilló en los siguientes. Un buen resumen para narrar una victoria agónica en casa ante Escocia, que mantiene el clima de éxito existente tras la goleada 6-0 a Malta. La Sub-21 se enrocó ante la maraña escocesa en el primer tiempo y solo los cambios de Santi Denia le desahogaron. Ilias, el mejor, supo leer lo necesario: el empuje, la necesidad de buscar el gol con ahínco jugada a jugada.

Pero no llegó. Un doble palo de Pablo Torre y Novoa, precisamente las dos novedades del técnico nada más arrancar la segunda mitad, dieron alas y la sensación de que el camino era el correcto. Una Escocia correosa supo también adaptar su circunstancia al partido y reajustó para dar un paso atrás y ganar más de un segundo adelante.

Ilias, mientras, regateaba y chutaba, hasta perdonar un mano a mano en la recta final. Aún quedaba la bala de Turrientes, otro que salió desde el banquillo, y un remate de cabeza que otorga tres puntos de oro. España lamentó haber iniciado el plan tarde, pero el botín se lo lleva igual. Talento y partidos hay: respiren, otros días habrá un despegue mejor.

El primer tiempo mostró la cara B de la Selección. Una Sub-21 acostumbrada a dominar los partidos de principio a fin y generar en área rival fue incapaz de superar la barrera tejida por Escocia. El plan era claro: aguantar, ahogar la última línea de pase, provocar la horizontalidad de España y castigar al contragolpe.

España tenía a Doak por castigo. El delantero, que ya ha jugado minutos esta temporada con el primer equipo del Liverpool y que aún no ha cumplido la mayoría de edad, era un auténtico peligro al contragolpe. También en estático, con una gran ocasión repelida por Cuñat y otras varias internadas con peligro.

Por el contrario, la Selección apenas generó, más allá del habitual fútbol de largas posesiones sin terminar de amedrentar al rival. Ilias, eso sí, puso desparpajo y desborde para tratar de convertir la posesión en asedio. En sus botas se ve a un jugador diferente, siempre con la acción en la cabeza. Queda por ver si Pacheta se le da más opciones de las que ha tenido en estas jornadas con Setién.

Santi Denia metió alternativas al descanso, para tratar de aportar un mayor dinamismo. Arnau y Javi Guerra se quedaron en el banquillo para dar entrada a Novoa y Pablo Torre. La revolución funcionó: el del Girona se mostró especialmente activo en tres cuartos y dio también más libertad a Ilias y a un motivado Pablo Barrios.

El extremo del Villarreal se esmeró en evitar el debate del tiki-taka, con constantes chuts sin peligro. La primera gran ocasión llegó de la mano de Pablo Torre, que amenazó desde fuera y conectó con el palo. Tan solo cinco minutos después, el otro recién entrado, Novoa, impactó con el larguero su centro-chut.

Por fin la Sub-21 era el vendaval esperado. No por ello podía relajarse. Cuñat despejó un remate envenenado de Cameron y el fuera de juego salvó a España de un susto mayor de Doak. Escocia leyó la circunstancia, aun así, y echó un paso atrás y buscó ganar tiempo delante.

Sabía que lo tenía relativamente controlado y que solo un jugadón como el que hizo Ilias hasta fallar en el mano a mano le podría costar caro. Se equivocaba. Un remate de cabeza de Turrientes a centro de Pablo Torre dejó los tres puntos en casa. El partido estuvo en los cambios y ya es un aviso para España: la verticalidad desde el inicio es un éxito asegurado.