El día que el Betis mató al dragón de Mourinho: "El ruso me dijo 'ustedes vender chiquitito'"

Esta final de la Conference League no será la primera vez que Betis y Chelsea se crucen en los torneos continentales. Precisamente, la noche más mágica del equipo verdiblanco en la Champions tuvo al conjunto londinense como rival en el Benito Villamarín. Aquel 1 de noviembre de 2005, que por otras circunstancias supondría un punto de inflexión en la trayectoria del club, dejó una huella imborrable entre el beticismo. El gol de Dani supuso la victoria ante aquel Chelsea invencible de José Mourinho, que acabó entregado al ambiente que se respiró en el estadio verdiblanco.

Aquel duelo, correspondiente a la fase de grupos y que se disputó después de que el Betis visitara Stamford Bridge, dejó momentos para el recuerdo. Ya en la previa, el entonces dueño del Chelsea, Roman Abramovich, apareció en Sevilla con su vuelo privado y rodeado de guardaespaldas. No se quería perder aquella cita que lo unía al entonces máximo accionista del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, un hombre de fútbol de otro tiempo bien distinto al del ruso. La felicidad del dirigente bético tras el partido era absoluta, pese a las lesiones de Ricardo Oliveira y Nano, y dos días después se llevó a la plantilla bética a almorzar como recompensa.

"Me comentó su propietario que llevaban sin perder desde la temporada pasada y que en la liga inglesa van ganando a todo el que cogen", expuso Lopera ante los medios tras aquella comida con el equipo. "Ganamos con ocho titulares lesionados y nos ha costado caro porque ahora tenemos diez y me gustaría ver que a otro equipo se le quiten diez jugadores y que se haga el partido que hemos hecho ante el Chelsea, el que es considerado el mejor equipo del mundo", presumió el máximo accionista bético tras vencer a los de Mourinho, que no perdían un partido desde meses antes.

Fue una noche épica en Heliópolis. En apenas 25 minutos, el Betis sufrió las graves lesiones de Nano y Ricardo Oliveira, que dejaron su sitio a Castellini y Dani. Precisamente, el trianero anotaría el tanto bético apenas tres minutos después de saltar al campo, lo que llevó la locura al Villamarín. Un ruido ensordecedor, con todos los aficionados golpeando el suelo y los asientos, se repitió cada vez que el Chelsea, comandando por jugadores como Terry, Lampard, Makekele, Essien o Robben, tocaba la pelota. Un ejercicio de resistencia que acabó en el triunfo bético y con Lopera presumiendo de una plantilla que meses antes había levantado la Copa del Rey.

"Los mejores fichajes que ha hecho el Betis es que no ha vendido ningún jugador. Ha habido ofertas por Oliveira, por Edu, por Joaquín y estaban muy cerquita los que habían hecho la oferta y, sin embargo, les dijimos que no. Se volvieron a ir encantados con otro jugador. El ruso me dijo: '¿ustedes vender chiquitito?' Yo no sé quién es", dijo con una media sonrisa Lopera para referirse a Rivera, uno de los refuerzos de esa temporada y que se marcó un partidazo en el centro del campo ante el equipo londinense.

Aunque Lopera aseguraba haber rechazado una oferta del Chelsea por Joaquín, la realidad es que el portuense nunca tuvo claro que Londres fuera su destino. Ni los intentos de Mourinho por convencerlo, presentándose en Sevilla hasta en dos ocasiones para verlo personalmente, cambiaron la opinión de Joaquín, que finalmente permaneció en el Betis una temporada más hasta su fichaje por el Valencia.

"No tengo problema en decir que Joaquín me gusta mucho. Tiene todo lo que debe tener un jugador ofensivo. Es rápido, llega bien, marca goles y es listo desde el punto de vista táctico", había dicho Mourinho a la prensa española tras la visita del Betis a Stamford Bridge. "A mitad de temporada tuvimos problemas con las lesiones y quisimos ficharlo. Joaquín nos gustaba, pero al final vino Phillips, que conocía la liga inglesa", añadió el portugués, que se encontró con la negativa del mito verdiblanco.