Teófimo López se salva con ayuda ante un gigantesco Sandor Martín

En diciembre de 1935 Paulino Uzcudun acudió a Nueva York para desafiar, en el Madison Square Garden (en 144 años de historia cuatro recintos han llevado ese nombre) a Joe Louis. La leyenda de los pesos pesados del boxeo acabó en cuatro asaltos con el español. Han tenido que pasar 87 años menos tres días para que otro púgil nacional cerrase un evento en el Garden. Sandor Martín tomó el relevo este sábado. Le esperaba el excampeón unificado del ligero ,Teófimo López. Se trataba de una eliminatoria Mundial WBC del superligero, la pelea más importante en la carrera del excampeón de Europa, quien venía de ganar en 2021 a Mikey García. Sandor no pudo repetir gesta y cayó por decisión dividida (95-94, 93-96 y 92-97) frente a López. Una pena, porque hizo lo suficiente para ganar el combate y más todavía con el condicionante de aceptar el pleito con solo tres semanas de aviso.

El combate cumplió con las expectativas. Ambos fueron fieles a su estilo. Sandor mostró lo escurridizo que es y a Teófimo le costó durante los diez asaltos. El primero se lo llevo su rival, pero las contras del español eran peligrosas. Con un crochet con la mano adelantada, Martín envió al suelo a López. El estadounidense no se quedó tocado, pero le cohibió. La rapidez del español le hacía muy peligroso. El excampeón de Europa no se volvió loco, siguió con su juego y eso que en el round inicial se llevó un cabezazo que le cortó la nariz y le provocó una importante inflamación. Eran asaltos muy cerrados y podían caer de cualquier lado. Sandor estaba haciendo un buen combate, pero ser el visitante podía ser una losa. "No te puedes dejar arrinconar sin responder a los ataques", le pidió Rafa Martín, padre y entrenador de Sandor. "Entonces, ¿tomo ya la iniciativa?", le replicó el púgil. Debía dar un poco más y lo hizo.

El cambio de tercio tardó un poco más en llegar. Sandor dejó que Teófimo se desesperase y a partir del sexto subió el ritmo. Ambos acabaron cruzando y ahí la pelea se animó. En el séptimo pudo estar la clave de todo. De nuevo Martín recibió el estadounidense con un crochet y le tiró al suelo, pero el árbitro se comió la caída. El octavo y el décimo también fueron para el español. El noveno fue mas dudoso, pero Martín iba con mejor dinámica. López se mostraba dubitativo y no se encontraba cómodo. Con el final del combate Sandor festejó, se veía ganador y lo era.

El recuento de las cartulinas tardó un mundo y eso nunca es buen síntoma para la justicia. Empezaba a oler raro cuando Bob Arum, presidente de Top Rank y promotor de Teófimo, estaba tranquilo… pero al púgil le transmitían algo en la esquina y mostraba un rostro contrariado. Finalmente los jueces salvaron a López. La visión es muy difusa. Mucha gente vio perder al favorito y el pensamiento estadounidense es que ganó, aunque las puntuaciones, sobre todo la última, fueron de juzgado de guardia. Sandor estaba enfadado y se lo manifestó a López al acabar: el cabezazo, la cuenta que no fue… mientras que el local solo atinaba a decir que el español corrió. Una mala excusa. Después pidió perdón a los fans y afirmó que le quedaba mucho por trabajar mientras Sandor se marchaba resignado. No se llevó el premio que mereció.