Thierno Barry brilla en el caos de Butarque

Butarque vivió una tarde de fútbol y caos en la última jornada antes del parón navideño. Barry brilló en la vorágine en la que se convirtió un encuentro con tres penaltis y dos expulsiones. El Leganés dio un paso atrás tras conquistar Montjüic y el Villarreal volvió a ganar tras seis encuentros sin hacerlo.

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El Leganés demoró apenas seis minutos en demostrar el manual de Borja Jiménez. Sólido en defensa ante el inicio dominador del Villarreal y rápido para lanzarse al contraataque. Fue Dani Raba quien desequilibró el partido con un balón filtrado para Miguel de la Fuente que este no dudó en centrar. Desde la segunda línea llegó Cissé, que acarició el balón con el interior de la bota derecha para abrir el marcador minutos después de recibir una placa por sus 100 partidos con el cuadro pepinero.

El Villarreal sufría en la creación por situar a Baena a la par de Barry en la delantera, pero diez minutos más tarde encontró fortuna en el área rival. Albiol rescató un mal rechace de la defensa y devolvió el balón al meollo para que lo peinara Comesaña. La defensa del Leganés estuvo tan blanda como la del cuadro groguet en el primer gol y Barry lo aprovechó para rematar con el exterior del pie y devolver la paridad al marcador.

El Leganés seguía incomodando a los mediocampistas de Marcelino, que no encontraban fluidez ni espacios para salir en transición. Mientras, los pepineros acudían a Dani Raba y a Óscar para que pusieran criterio a cada pelota que tocaban. El propio Raba volvió a poner a correr a De La Fuente, pero esta vez acudió en busca de la devolución dentro del área. Logan Costa se confió y, cuando fue a despejar, acabó pateando al mediapunta. Nadie le iba a quitar ese penalti a Raba, que tras cruzar algunas palabras con Luiz Junior engañó al portero desde los once metros y volvió a adelantar a los locales pasada la media hora de partido.

El segundo gol del equipo de Borja Jiménez dejó tocado al Villarreal, que acusaba la falta de juego interior y lo lejos que veía Baena el fútbol. Marcelino se desesperaba en la banda y, cuando ya creía que se marcharía al descanso por debajo en el marcador, Nastasic le devolvió el favor a Logan Costa. Yeremy Pino se anticipó al despeje del central y Muñiz Ruíz señalo por segunda vez el punto de penalti. Barry ejecutó a Dmitrovic en la pena máxima y calmó las aguas en el submarino amarillo justo antes de enfilar el túnel de vestuarios.

Marcelino viró el rumbo del partido introduciendo a Gerard Moreno tras el paso por vestuarios. Aquello acercó a Baena al centro del campo y apenas tres minutos tardó el de Roquetas en tener una ocasión clarísima que acabó enviando por encima del larguero. El Leganés veía cómo el castillo de naipes comenzaba a derrumbarse con la lesión de Nastasic, que dejaba su lugar a Rosier.

Apenas habían transcurrido quince minutos de la segunda mitad cuando Óscar tiró el partido por la borda. El mediocampista cogió del cuello a Yeremy Pino tras un encontronazo entre ambos y Muñiz Ruíz no dudó en enseñarle la tarjeta roja. Se quedó con uno menos el Leganés y con más de media hora por jugar. El ambiente se calentó y Butarque comenzó a pitar al extremo del Villarreal, que sólo había sido amonestado, pero este respondió sobre el césped. Regate desde la banda hacia el centro y balón filtrado al corazón del área. La fortuna le sonrió a Barry tras un toque involuntario de Sergio González y y el delantero del Villarreal cruzó el remate para firmar su hat-trick.

El encuentro se caldeó aún más, se hicieron evidentes los roces entre los jugadores y las broncas en cada disputa de balón, hasta que Jorge Sáenz acabó por simbolizar el tiro en el pie del Leganés. El central se olvidó del balón en un disputa con Barry y le lanzó una patada en carrera. Muñiz Ruiz expulsó al central pepinero y también al delantero del Villarreal por su reacción posterior, pero acabó rectificando tras consultar el VAR y lo de Barry quedó en amarilla. El partido se le puso imposible al Leganés, que estaba jugando con dos menos cuando aún quedaban más de diez minutos.

Tuvieron el empate los de Borja Jiménez en la cabeza de Diego García, pero su cabezazo se marchó muy por encima de la portería de Luiz Junior. Tras ello llegó la sentencia. Cuando el cronómetro marcaba el tiempo cumplido, Altimira derribó con un codazo a Pau Cabanes dentro del área. VAR mediante, Muñiz Ruiz señaló el tercer penalti de la tarde y Gerard Moreno liquidó el partido. Ambos equipos daban por terminado el encuentro cuando en el último minuto de los ocho de añadido Pape Gueye estrelló un balón en la madera y el propio Cabanes aprovechó el rechace para firmar la manita y estrenarse en Primera División.

Se marcharon los de Marcelino de Butarque con una manita y tres puntos que saben a gloria tras más de un mes sin ganar. La contundencia que pedía el entrenador se vio en el área rival, pero también las flaquezas en defensa. Barry brilló, Gerard Moreno volvió a marcar y Pau Cabanes se presentó en sociedad. El Villarreal, ahora más que nunca, es candidato fijo a la lucha por Europa.