El Real Madrid se viste de invencible en Liga

Resistir también es ganar. Y este Real Madrid supo dominar y sufrir ante el Athletic para sumar su octava victoria seguida en la Liga F. Un triunfo con el que las blancas siguen atando su objetivo de Champions y suman buenas sensaciones para seguir fuertes en un tourmalet de partidos, con seis duelos en tres semanas. De ellos, ya se han consumido dos, con seis de seis puntos ante Alavés y Athletic. Las leonas, que siguen en caída libre, sucumbieron de inicio ante las madrileñas, pero sacaron su mejor cara en una segunda parte en la que mostraron los colmillos.

Hubo dos partidos. Uno, en el primer tiempo, en el que un gol de Esther desequilibró la balanza en medio del dominio casi absoluto de las madrileñas. Otro, en la segunda mitad, con un Athletic que demostró personalidad y fe al reaccionar rápido tras el 2-0 de las blancas. Jone Amezaga puso el 2-1 en un soplo de energía para su equipo en un final de gran emoción.

El duelo fue de menos a más en intensidad. Y ni siquiera el cansancio dejó claro un partido en el tramo final, con un encuentro muy abierto. Mucho mérito esto del Athletic, que dejó una propuesta muy valiente para contrarrestar el empuje del Real Madrid Club de Fútbol femenino. Sin embargo, tampoco esto pudo con las blancas, que presume de aura ganadora en Liga para seguir rumbo a esa clasificación de Champions con velocidad de crucero. Por ahora, son terceras, con un punto y dos duelos menos que el Levante, segundo en esta Liga F. Y cada vez quedan menos dudas de que estamos ante otro Euro-Madrid.

Es una constante. Caroline Weir no faltó a su cita con el buen fútbol en otra de sus exhibiciones. Y ya hemos perdido la cuenta. La escocesa volvió a ser decisiva. Asistió a Feller en el 2-0 y dejó varios pases decisivos que ninguna compañera pudo aprovechar en el área. La futbolista blanca, que llegó el pasado verano como fichaje estrella, sigue creciendo como ofrecedora de goles (11 asistencias) en un Real Madrid que es mejor con ella sobre el verde.

El premio a la fe fue para Jone Amezaga. La jugadora del Athletic cazó un balón en el medio campo y encaró la portería rival sola contra el mundo. No le importó esto. Y tampoco dudó. Y su decisión tuvo su reconocimiento en forma de gol. A sus 18 años, la joven delantera sumó su tercer gol en esta temporada con un tanto de moral para las suyas. Una diana en la que fue decisivo el factor suerte, pues el balón tocó un poco en Sousa y despistó a Misa, y que levantó al Athletic para dejar todo un partidazo de ida y vuelta en los últimos minutos.

Las sensaciones se convirtieron en goles. O, mejor dicho, en un gol. Feller volvió a la titularidad y sumó galones como segunda punta con el 0-2. Un tanto con el que la francesa sigue ganando confianza en el Real Madrid. La joven atacante sabe que Toril tiene mucha fe en ella y no está defraudando. Su explosividad y cualidades físicas ya apuntan lejos. Y, por lo pronto, su calidad empieza a dejar goles (lleva cuatro) importantes con el conjunto madridista.

Sun Quiñones mantuvo en pie a su equipo en momentos claves con paradas de nivel. Y una de sus intervenciones fue digna de destacar, con una estirada en un disparo ajustado a la zona baja del palo. La portera del Athletic sacó una mano salvadora y, pese a encajar dos goles, con infortunio en uno de ellos con rebotes en el área pequeña, firmó un buen duelo. La meta rojiblanca se merece un gran aplauso porque no es fácil mantenerse firme ante un Real Madrid que lo intentó todo y más en el área. No se llevó la victoria, pero fue un partido muy digno de Quiñones en el Di Stéfano.

Estherminator no para y hace honra a su apodo con otro gol de lucha en un partido en el que abrió la lata. La delantera del Real Madrid peleó y fue la más lista de la clase para mandar a la red un balón rebotado en el área chica. Un tanto que pegó en la portera y terminó cruzando la línea de gol para seguir alzando a Esther como referente ofensiva en el conjunto de Toril. La delantera andaluza ya suma dieciocho tantos en esta temporada. Un ritmo de crack con el que el Madrid sigue sonriendo.