Alonso y Sainz ponen la magia y Verstappen no cede en el caos de Zandvoort

Zandvoort (Países Bajos).- La lluvia no estaba dispuesta a perderse la fiesta del automovilismo que se organizó este fin de semana a las orillas del Mar del Norte, con sus molinos eólicos marinos de fondo. De ahí vino la tormenta perfecta que asoló el circuito de Zandvoort a ocho vueltas del final, cuando todo parecía visto para sentencia. ¡Y qué espectáculo! Un nuevo mensaje para los que a veces, con ciertas razones, dudan de que la F1 sea un deporte entretenido. Y dos españoles han tenido buena culpa de ello. Fernando Alonso ha regresado al podio dos meses después, acariciando una vez más la soñada 33, y Carlos Sainz se ha sacado de la manga una carrera sensacional para poner a Ferrari en un top 5 al que no pertenecían este domingo.

Pero la fiesta neerlandesa, que comenzó esta mañana con grandes vasos de cerveza y que fue continuación del aperitivo del sábado, acabó por todo lo alto con las gradas naranjas vibrando con vida propia. No podía ser de otra forma. Max Verstappen lo ha vuelto a hacer y entra en la historia de la F1 al igualar los nueve triunfos consecutivos que Sebastian Vettel logró en 2013 en el mismo equipo ganador al que pertenece el joven neerlandés: un Red Bull al que poco le importa que llueva, truene o haya un terremoto.

Desde la salida, el líquido elemento se dejó ver y según se estaban apagando los semáforos, comenzó a caer con cierta intensidad. Esto lo aprovechó Fernando Alonso para completar unas tres primeras curvas de matrícula de honor para pasar a Alex Albon y George Russell por el interior de la peraltada y especial curva 3. De maestro. Por un lugar donde pocos se esperaban que alguien pudiese adelantarles. El de Aston Martin aguantó el tipo, gestionando neumáticos y reponiéndose de una mala tercera parada (8,3 segundos) para acabar segundo, igualando su mejor resultado del año -que logró en Mónaco y Canadá- y regresar al top 3 por primera vez desde el GP de Canadá. Aston Martin está de vuelta.

Sonreía con ganas el sábado por la tarde, después de volver a meter al Aston Martin en el top 5 de una clasificación por primera vez desde mediados de junio, en Canadá. En cambio, este domingo apareció con rostro concentrado en el paddock de Zandvoort, serio, con ganas de subirse al coche lo antes posible. Y no hizo falta mucho para entender qué se traía entre manos. El bicampeón del mundo asturiano se marcó unas primeras curvas de cine para pasar a Williams de Alex Albon y al Mercedes de George Russell por el interior de la compleja y peraltada curva 3. El top 3 ya estaba en sus manos antes de que el cielo dejase caer un intenso chaparrón sobre Zandvoort. Aunque con las primeras dos paradas perdió posición, fue capaz de volver a colocarse tercero tras robarle la cartera en pista a Guanyu Zhou, y en boxes, al Alpine de Pierre Gasly (quien le sustituyó a principios de este año). Una lenta tercera parada por la rueda delantera izquierda le hizo ceder dos posiciones, pero en modo vuelta rápida no tardó en recuperarlas y fue capaz de mantener el coche en pista con el tremendo aguacero a ocho vueltas del final para aprovecharse del error de Checo Pérez y colocarse segundo. Aunque mostró el morro a Verstappen tras la resalida lanzada a seis vueltas del final -después de dos tras el Safety Car-, su segundo puesto no hace sino reafirmar el gran trabajo del equipo y de él mismo en este 2023 de ensueño. Chapeau!

Lo ha vuelto a hacer. Carlos Sainz se ha vuelto a sobreponer a un monoplaza al que le faltaba carga aerodinámica, algo indispensable en un circuito como el de Zandvoort y con unas condiciones como las que se vivieron esta tarde de verano. El español ya había logrado clasificar el sábado por encima de las posibilidades del SF-23 y este domingo volvió a ser capaz de sacar petróleo donde solo había agua. Peleando con coches con más rendimiento que el suyo en el trazado neerlandés, aguantando detrás con uñas y dientes al Mercedes de Hamilton y al McLaren de Norris, Sainz rescató un quinto puesto que sabe a gloria. Más aún si cabe cuando su compañero, Charles Leclerc, se tocó en la primera vuelta con un McLaren y dejó dañado de manera irreversible su monoplaza, sufriendo fuera del top 10 antes de abandonar en la vuelta 41. Ferrari no tiene piloto número 1 oficialmente, pero Sainz ha vuelto a demostrar que no sería descabellado que le apoyasen cada vez que surjan oportunidades.

¿Cuándo cederán una victoria? 13 de 13. Nueve seguidas para Max Verstappen. Y no parece que haya visos de que la tendencia cambie. Imperiales. Imbatibles y contundentes. El baño de masas durante todo el fin de semana en Zandvoort ha sido apoteósico y el joven bicampeón del mundo les ha devuelto a todos los más de 300.000 aficionados aquí presentes su apoyo. En unas condiciones terroríficas, donde la lluvia entró en tromba a ocho vueltas del final, Verstappen apretó los dientes, aguantó el tipo, mantuvo las pulsaciones bajas y logró igualar el récord histórico de Vettel de nueve triunfos seguidos. Pocos dudan de que logrará batirlo en Monza el próximo fin de semana. Y mientras, Checo Pérez acabó fuera del podio (cuarto) tras un error cuando peor estaba la pista que salvó de milagro y por un segundo que le implicó cinco segundos de sanción por pasarse de velocidad en el pitlane. Aun así, hay algunas voces en el paddock, como Toto Wolff, que empiezan a dudar de que su RB19 sea el mismo que el de su compañero.

El piloto francés de Alpine se dio una alegría completamente inesperada este domingo. Su podio, el primero del año y su cuarto de su historia en la F1. Su grito en la radio está más que justificado y es que además supera por un punto a su compañero, Esteban Ocon, en la general del Mundial. Brillante. Pero este apartado lo comparte con el piloto anglo-tailandés, porque la temporada de Albon está siendo para enmarcar. La notable mejora de Williams está siendo aprovechada por el de 27 años de manera sensacional. No solo aprovechó el sábado la velocidad punta de su monoplaza para colarse cuarto en la clasificación, sino que durante la caótica carrera de Zandvoort mantuvo el tipo en todo momento dentro del top 10. Ante coches que desde principios de año han sido mucho más superiores. No contento con eso, tras el aguacero final logró acabar octavo, por delante de un Mercedes y un McLaren. Soberbio un Albon que puede estar presentando su candidatura a cotas mayores.