Unicaja corona sus siete días de gloria arrebatándole la Supercopa al Real Madrid

Murcia.-Adiós al matagigantes; hola a un gigante español. Unicaja ya no es un equipo a tener en cuenta. Es un equipo campeón. Un equipo que mira de tú a tú a los grandes porque ya está entre ellos. Y acaba de volver a demostrarlo. El equipo de Ibon Navarro ha coronado la que ya es su semana de gloria con la Supercopa Endesa tras firmar un partido absolutamente descomunal (80-90). Haciendo ver al Real Madrid (y a toda España) que tiene mucho que ofrecer y que va a hacerlo. Porque lo que han demostrado hoy no sólo es cosa de tener más o menos rodaje, sino de tener mucho BA-LON-CES-TO.

Los de Ibon Navarro han sabido noquear desde el principio a los de Chus Mateo, a los que, eso sí, se nota que ante un equipo con un bloque férreo, más entrenado y un juego interior tan potente, todavía tiene a la vista las costuras propias de un inicio de temporada en el que tienen bastantes piezas nuevas. Pero, sobre todo, lo que han sabido es aguantar y tener paciencia para evitar que el Real Madrid pudiera reengancharse.

Unicaja rompe con la hegemonía blanca, esa que llevaba coronando la Supercopa durante seis años, para ser los nuevos reyes del primer torneo de la temporada. Campeones de la Intercontinental el domingo pasado, supercampeones este domingo. Bienvenidos a la nueva era del baloncesto malagueño.

Pocas veces puede darse algo similar a lo que ha firmado Unicaja durante el primer cuarto. Transiciones rápidas, físico, acierto, garra, inteligencia y un plan (el de Ibon) que salió a la perfección. Los malagueños anularon totalmente al Real Madrid con Kameron Taylor como líder de cara a aro, Kendrick Perry leyendo de forma excelsa el duelo para hacer jugar a los suyos y un Yankuba Sima que se reivindicó (y mucho) cada vez que estuvo en pista incluso más allá de los primeros diez minutos (vaya papeleta tiene Ibon Navarro, eso sí, con la rotación en el juego interior porque el poderío con el que cuenta es brutal y todos los están demostrando). 21 puntos que hizo el Unicaja… ¡en menos de cinco minutos! tras arrancar con un 12-0 para luego acabar cerrando el primer parcial con un contundente 19-32. Y lo más importante, a partir de ahí ha sabido aguantar el tipo y mantenerse férreo a su estilo. Ese que ya en la Copa de Badalona 2023 rompió al Real Madrid y que hoy le ha vuelto a dejar claro que Unicaja ya no es el matagigantes, es un gigante más del baloncesto nacional. Campeón de la Supercopa y de la Intercontinental.

Falta rodaje y se nota... Y acoplar a las nuevas piezas. Por eso, si tuviera que mandar un mensaje al Real Madrid o a su afición sería el de "paciencia". Los blancos han sido los últimos en iniciar su pretemporada y eso les ha costado caro. Si además se suma la baja de Mario Hezonja -jugador MUY, en mayúsculas, sí, necesario- y que enfrente tenía a un rival que se ha convertido en uno de los equipos grandes del baloncesto nacional, sin ningún tipo de dudas... pues toda esa falta de rodaje sale aún más a relucir.

Se quedó fuera de convocatoria en semifinales (pese a que es el único '4' puro que tiene el Real Madrid) y en esta final ha entrado gracias a la baja de Mario Hezonja -al cual echó bastante de menos el conjunto blanco-, pero si algo ha demostrado Eli John Ndiaye es que está más preparado para aportar cuando su equipo lo necesite. De hecho, durante esa primera parte en la que Unicaja dominó, la mejoría -o reacción- del Real Madrid llegó cuando él estaba en pista gracias a su buen hacer en el rebote y en la defensa, con esa intensidad que ya ha demostrado en otras ocasiones. Por eso, precisamente, el chascarrillo entre parte de la afición blanca es: ¿por qué Chus Mateo no le da más oportunidades?

A mí que me den de lo que haya desayunado hoy Kameron Taylor. Si ayer en la semifinal su actuación fue más discreta, lo que ha hecho en esta final nada más salir ha sido absolutamente descomunal. Sangre fría, convicción, clase, estilo… Difícilmente se le pueda poner un pero a su primer cuarto, el cual ha cerrado con 11 puntos. El alero ha sido el líder indiscutible de Unicaja en la primera parte y el gran tormento del Real Madrid durante todo el partido. Porque hasta en la segunda parte, cuando parecía que los de Chus Mateo se acercaban, volvía a aparecer. Brutal partido el suyo... coronado con el galardón de MVP.

Pase lo que pase, siempre quedará Sergio Llull. En las buenas, pero, sobre todo, en las malas. El de Mahón se ha quedado como el único peso pesado dentro del vestuario tras la marcha de sus dos colegas con los que formaba la Vieja Guardia -Chacho y Rudy-, pero si tiene que ponerse a faenar como el que más y tirar del carro él solo, lo sigue haciendo con y sin ayuda. Sergio Llull se ha bajado el sueldo para seguir, como mínimo, un año más en el equipo de su vida... Y quizá, visto lo visto, hasta se lo tendrían que haber subido para que sí o sí siga todo lo que pueda y más. Carácter, lucha... y mandarinas.