Desmond Bane, el heredero del triple

Pensar en triples es pensar en Steph Curry. Si alargamos la lista aparecen James Harden, Damian Lillard, Trae Young o Klay Thompson. Incluso especialistas como Seth Curry, el hermano de Steph, Duncan Robinson o Luke Kennard. Y nos dejamos a muchos. Uno de ellos, por ejemplo, está explotando esta temporada. Un jugador que puede superar el récord de Curry de más triples anotados, uno que caerá por tendencia y estadística, pero al que solo unos pocos elegidos podrán llegar.

Hablamos de Desmond Bane, si la salud le respeta. El jugador nacido en Indiana ha conseguido esta campaña mejorar todavía en un arte, la del triple, donde ya estaba considerado élite de la liga. En nueve partidos ha anotado 33, el tercero que más por detrás de Curry, Buddy Hield y Bojan Bogdanovic. En cada partido anota una media de 4,1 y se sitúa segundo, solo por detrás del mejor tirador de la historia.

Pero entre la cantidad y los porcentajes, Bane sobresale como el heredero. Se codea con los mejores, los que llevan una década en la liga y sin ningún miedo a brillar.

El jugador de los Grizzlies lleva en este momento 152 partidos en la NBA, justo empezada su tercera temporada. En total ha anotado 378 triples con un 43,7% de acierto. Por compararlo con, por ejemplo, Steph Curry, el base de los Warriors llevaba 312 triples (66 menos) con un 43,6% de efectividad (0.01% menos). ¿Más y mejor que el mejor triplista de la historia del baloncesto? Los números dicen que sí. Solo Trae Young anotó tantos triples en 152 partidos (378, misma cifra) y lo hizo con un 36% de acierto, muy por debajo.

Durante el curso pasado, por ser la segunda espada de los Grizzlies, se le comparó mucho con Klay Thompson. Ambos tenían un base capaz de dominar un partido y ser la jugada más espectacular de la noche, pero Bane ha dejado las cifras de Klay muy atrás. En el primer año, metió seis más que Klay. En el segundo fueron 17, ambas ocasiones con mejores porcentajes. Y volviendo a los 152 partidos, Klay se quedó en 335 en total, 43 menos con un 40.2% de eficacia. El inicio de Bane es mejor que el de cualquier otro tirador histórico.

Esta temporada apunta a superar los 300. Al ritmo actual, 4.1 por noche y si juega 73 partidos, batiría la barrera que solo Curry (cuatro veces) y Harden en 2019 han superado. Paul George se quedó en 292, Buddy Hield en 282 y Klay y Lillard nunca han superado los 276, por ejemplo. Hablamos de cifras de leyenda ya.

Dos cifras muy importantes para saber si Bane será capaz de superar la cifra de Curry son el número de partidos jugados y la cantidad de tiros lanzados por noche. Qué longeva puede ser su carrera, si las lesiones le respetan y la salud le permite triunfar, y qué rol consigue en la NBA. Sobre todo con un jugador de calibre MVP como Ja Morant a su lado, uno que demanda el balón para marcar las diferencias. 

En sus primeras dos campañas Bane se perdió solo cuatro y seis partidos respectivamente, y nunca ha enlazado más de cuatro consecutivos sin jugar, siendo la única vez por el fallecimiento de su abuela. La segunda vez que no se vistió en tres seguidos fue al estar en protocolo COVID, lo que implica que en dos años, Bane nunca se ha perdido dos partidos consecutivos por lesión. Este año fue baja ante Utah por molestias en el tobillo, pero volvió a la noche siguiente para anotar 29 puntos.

Sobre su rol, Bane está lanzando casi 18 veces a canasta por encuentro. Steph Curry no llegó a esa cifra hasta 2016, después de haber ganado su primer MVP. Ja Morant roba muchos focos, pero los Grizzlies siguen siendo uno de los equipos más corales para desarrollar talentos. La vuelta de Jaren Jackson Jr le debería quitar algún tiro de las manos, pero si sigue anotando a este ritmo, 24.1 puntos con un 56.3% de tiro efectivo, la lógica dicta que el balón va a tener que seguir pasando por sus manos. Al final, se trata del heredero del triple.