La intrahistoria de un lapsus de oro que ha dado la vuelta al mundo

Budapest-. María Pérez se ha convertido en la reina de la marcha mundial con un doblete histórico en los 20 y los 35 kilómetros marcha en Budapest. Un sinfín de emociones y de imágenes para una deportista que ha pasado sus peores momentos en el último año y medio en lo deportivo y en lo personal. Quizás, las ganas por redondear el círculo de la victoria ha provocado una de las imágenes más curiosas del campeonato: ¡Empezó a celebrar el oro una vuelta antes!

Cuando se llegaban a las tres horas y treinta minutos de carrera, Pérez entraba en la Plaza de los Héroes donde está situada la meta de las pruebas de ruta. Se acercaba a su entrenador, le daba un abrazo y cogía una bandera de España. Repetía exactamente lo que ocurrió el pasado domingo en los 20 kilómetros. Solo quedaban unos metros para cruzar el arco de meta... ¡pero faltaban dos kilómetros!

La confusión ha provocado la alarma hasta en el zona de prensa. Cuando un periodista de una radio española ha pedido paso a emisión para narrar la entrada en meta, pero los tiempos no encajaban. Si era la verdadera entrada, iba camino de destrozar el récord mundial que consiguió ella misma en Podebrady el pasado mes de mayo.

En la grada, el grupo de representantes de la Real Federación Española de Atletismo con el presidente, técnicos y la leyenda 'Chuso' García Bragado han empezado a hacerle gestos de que siguiera adelante, que todavía no era el final. Inmediatamente, ha soltado la bandera, se ha puesto a marchar de nuevo y su mirada 'asesina' ha vuelto a la carretera.

¿Cuál ha sido el motivo del error de María Pérez? "En la vuelta anterior, han tocado la campana cuando cruzaba la línea de meta. Iba marchando junto a un chico y como no han señalado para quien era...", desvelaba la campeona mundial pocos minutos después de terminar, ahora sí, la prueba. "Llega un momento que pierdes la noción del tiempo".

El lapsus ha tenido su lado positivo, ha tenido la suerte de disfrutar durante dos vuelta de dos kilómetros, el doble de lo que puede ser habitual: "Tenía la distancia suficiente como para poder disfrutar los últimos 4 kilómetros". Una vuelta 'de más' que resultó ser de gloria, a pesar de que la granadina iba lesionada. "He ido disfrutando en la última vuelta", confesaba después de la carrera. Una anécdota de oro para cerrar una semana de ensueño en tierras húngaras y que bien se merece una buena fiesta: "Esta noche voy a quemar Budapest y cuando llegue a España, quemaré España".