Joselu lo ve cada vez más crudo y pide un voto de confianza en Ginebra
El exmadridista no fue utilizado de titular en Serbia aun sin Morata y vio cómo Ayoze primero y Oyarzabal después le volvieron a adelantar. Su futuro en la Roja se complica al irse a Catar.
Que Joselu es alistado con la Selección como alternativa a la desesperada, porque nadie tiene sus condiciones como ariete y rematador, es un hecho. Que no goza de toda la confianza necesaria para ser el delantero de la Selección, también está probado. En Belgrado dio un paso más atrás en ese pelea infructuosa por hacerse un hueco al no estar Morata y ver cómo Ayoze jugó de inicio y que su sustituto en la segunda mitad fue Mikel Oyarzabal.
El exmadridista, ahora en el Al-Gharafa, disputó los últimos 10 minutos del choque y, pese a gozar de una buena ocasión nada más salir con su prodigioso poderío de cabeza, no tuvo una aparición milagrosa como en otras ocasiones -sobre todo vestido de blanco- para intentar impedir que España se fuera de Belgrado con un empate con sabor a pretemporada. Por eso ahora, fracasadas todas las vías en ataque para que la Roja mantuviese el buen nivel ofensivo de la Eurocopa, pide una última oportunidad. El domingo en Ginebra (Suiza) podría encontrar ese examen que está deseando rellenar. Aunque sea porque no hay mucho más.
El futuro de Joselu en la Selección no va a ser sencillo. En principio, su decisión de abandonar la élite para irse a competir a Catar no le ha pasado factura. La baja de Morata ha disuadido al staff de introducir más cambios en la lista y los técnicos apostaron por dar continuidad a la convocatoria de Alemania, puesto que todos los internacionales llamados de nuevo a filas (19 de 26) tienen más que interiorizados los mecanismos del equipo. Pero a sus 34 años, y con tanta competencia pisándole los talones, va a tener que llamar mucho la atención desde la otra parte del mundo para consolidarse en las listas de aquí a la fase final de la Nations League (en junio, si se llega) y al Mundial 2026.
De momento, no está siendo su mejor arranque de temporada. En su actual club está en pleno proceso de adaptación. Ha disputado ya cuatro partidos y no puede presumir de haber marcado algún gol (sí de repartir una asistencia). Sus números, por ahora, son bastante pobres como para disipar todos los debates. Sin embargo, la fallida prueba con Ayoze ante Serbia y la lesión de Oyarzabal en el tobillo le abren las puertas de la titularidad este domingo. España juega mejor con una referencia clara que sujete a los centrales que con falso nueve. A no ser que De la Fuente quiera seguir probando cosas y utilice ahí a Ferran o incluso a Olmo para poder hacerle sitio a Pedri en el mismo once.
Joselu lleva cinco goles y una asistencia con España desde que debutó con la Absoluta hace ahora un año y medio. Unos números que ya quisieran muchos. Sin embargo, no moja desde noviembre de 2023, puesto que su papel en los últimos 14 encuentros ha sido muchas veces testimonial. En este tramo no jugó ni un solo minuto en ocho de ellos y sólo fue titular en dos. En la Eurocopa ya quedó relegado a la última alternativa en la delantera.
Más allá de la competencia que tiene en el primer equipo (Morata, Ayoze, Oyarzabal, Ferran, Nico Williams, Lamine, Yéremy y muchos que no han entrado como Gerard), en la Federación hay mucha fe en lo que viene por detrás: Diego López (Valencia), Raúl Moro (Valladolid), Omorodion (Oporto) o Mateo Joseph (Leeds) integran la lista de la Sub-21. Joselu, si quiere llegar a la cita de EE. UU., México y Canadá de dentro de dos años, va a tener que hacer muchos goles en su exilio y bastantes cosas más. Y ojo a los Isaac Romero, Guruzeta, Hugo Duro, Mayoral y compañía...
Un recurso
Falta por ver si De la Fuente le entrega la titularidad ante los suizos o, en su contra, mantiene la apuesta por Ayoze o coloca a Olmo o Ferran. Muchos reclamaron la salida del exmadridista cuando Grimaldo, Lamine y Nico se cansaron de colgar centros que casi nunca encontraron rematador en pleno acoso a Serbia. El lateral del Leverkusen puso 11 balones al área desde que entró en el 56'. Y, sin embargo, no fue hasta el 82' cuando el seleccionador se decidió a juntar al gallego con Oyarzabal y tratar de explotar su especialidad.
Ahí provocó un posible penalti (le agarraron) que no observaron ni el colegiado neerlandés ni el VAR. Sus minutos, de aprobado, le hacen agarrar confianza para pensar en que puede salir de inicio en el Stade de Genève, pero su fe merma al percatarse de que con 0-0 y Serbia embotellada fue la última opción para desatascar la cita. Ginebra puede ser su última oportunidad para levantar la mano y demostrar con goles que le queda cuerda para rato con España.