La confianza de Klopp en Pedro Chirivella como punto de partida de su renacer en Francia: "Firmo con sangre jugar con Carlos Soler en el Valencia antes de retirarme"
El valenciano atiende a Relevo en un momento crucial de su carrera deportiva.
Pedro Chirivella (Valencia, 1997), pasó de ser una de las mayores promesas de este país a la edad de 15 años a casi 'perderse' como futbolista tan solo unos años después. El valenciano encadenó cesiones, se pasó casi una temporada sin jugar, salió del Liverpool y todo eso después de que en Inglaterra le compararan con 'el nuevo Xabi Alonso' o que en Valencia fuera un drama su salida por lo importante que era en la Academia che.
Sin embargo, a base de fuerza mental, "currar como un enfermo" y gracias en buena parte al apadrinamiento de Jürgen Klopp en momentos difíciles, Pedro Chirivella es hoy una realidad del fútbol. Ha jugado más de 300 partidos en la élite, Europa League, ha ganado un título copero y ha podido desenvolver su talento tanto dentro como fuera del verde hasta el punto de que hoy por hoy es uno de los capitanes del Nantes.
Pedro atiende a Relevo desde Francia en una entrevista en profundidad donde no esconde nada: ni la etapa en la que peor lo pasó "les dije a mis padres, esto no me gusta nada..."; ni sus sueños por cumplir ("me encantaría ir a la Selección y también alguna vez compartir medio del campo con Carlos Soler"); Ni sus metas en un futuro no muy lejano: "Estoy centrado en el Nantes, pero el gusanillo de jugar en España lo tengo".
¿Haces esta entrevista en tu mejor momento?
Creo que no, creo que mi prime todavía está por llegar.
Eso es lo que se suele decir, justifícalo.
Bueno a nivel de regularidad quizás sí, pero creo que he tenido picos más altos que ahora, pero ahora llevo cuatro años con una regularidad importante, siempre jugando y contando para todos los entrenadores. Y creo que esa regularidad hoy en día es importante. Pero creo que puedo combinar esos picos altos de rendimiento con la regularidad actual.
¿Qué tipo de jugador es Pedro Chirivella?
Soy un jugador muy de equipo, para mí es muy importante que el equipo funcione bien, esa es mi prioridad cuando estoy en el terreno de juego. Me gusta mucho tener el balón y creo que sé adaptarme a cualquier estilo de juego tras haber jugado en Inglaterra, Holanda y Francia. He mejorado mucho en el juego sin balón, que quizás antes me costaba más.
La típica: ¿Eres más un 6 o un 8?
Depende del contexto y del equipo. Aquí en Nantes somos un equipo con menos posesión y cuando la tenemos es importante ser vertical, aquí en la base de la jugada de '6' estoy cómodo. En un equipo que domine cerca del área estoy cómodo de '8' y cerca del último pase.
Cuando miras hacia detrás, ¿piensas en todo lo que te ha costado enganchar la regularidad que tienes actualmente?
Sí lo pienso, pero procuro no darle mucha bola. Luego me paro y reflexiono sobre mi carrera y pienso que ha sido una carrera atípica en la que todo vino muy rápido y de repente tuve un freno que duró varios años. Pero nunca he dudado de la capacidad de poder tener una carrera larga en Primera División. Tuve momentos complicados en los que mi carrera estaba en el limbo, eso es verdad.
No quiero ser duro pero es que estuviste cerca de 'perderte' como futbolista cuando pasaste seis meses en el 'dique seco' en Extremadura.
Sí, sí, totalmente, siempre lo pienso. Pocos jugadores con 21 años, que yo los tenía en Extremadura cuando me pasé medio año sin jugar, han pasado por ahí. Casi un año entero, no es lo mismo tener 18 y estar empezando y jugar poco un año, que a los 21-22. Es complicado. Es una reflexión que siempre hago: en Extremadura fue el año que me hizo darme cuenta que yo podía tener una carrera importante en Primera.
Estás de broma.
No, no, de verdad te lo digo. A ver, yo venía del Liverpool, que es un poco una burbuja, yo entrenaba con el primer equipo y, cuando jugaba, juegas bien porque vas rodado, dominas, el contexto es bueno... Llego al Extremadura y, aunque no juegue, yo entrenando me notaba un pasito por encima de ese nivel de Segunda y eso que ese año se salvaron tranquilamente, yo me notaba que estaba por encima de ese nivel. Y me repetía: no he podido mostrarlo oficialmente, pero lo tengo. Así que volví a Liverpool con mucha confianza.
Entonces, ¿cuando recibe el 'golpe' de realidad?
El momento más bajo es cuando vuelvo a Liverpool después de Extremadura, llego con confianza, Klopp me pone en Copa... Y a la mañana siguiente estoy entrenando y me llama el abogado del club y me dice que había habido un problema burocrático y me tenía que quedar sin jugar hasta enero otra vez y estábamos en octubre. Yo ahí pensé 'quizás esto no es para mí', llegué a casa, llamé a mis padres y les dije que me quería ir ya de allí, que no quería que mi nombre se siguiera vinculando al Liverpool porque lo estaba pasando fatal. Ese día... imagínate, un chico que no juega nunca y el día que juega puede ser el responsable de alineación indebida. Estaba en todas las TV, en Twitter me machacaban... Y yo no tenía culpa ninguna. Fue duro.
¿Cómo saliste de ahí?
Me tiré 5-6 semanas sin poder competir ni siquiera con el equipo filial por el asunto legal que te estoy diciendo. A mí lo que me explicaron es que literalmente no sabían dónde estaba mi ficha, la habían perdido, no sabían si estaba en España, en Extremadura o en Inglaterra... Ahí yo creo que fue clave, que me considero un currante nato y, sobre todo, que Klopp confió mucho en mí, me dio bastante bola en varios partidos, ahí es donde mi carrera vuelve a relanzarse. Ahí demuestro que estaba a tiempo de 'engancharme'.
Me sorprende que digas eso de Klopp. No por mala valoración hacia él, pero, ¿cómo en todo un Liverpool se preocupa de un jugador joven que no jugaba mucho?
Pues tienes razón, pero estuvo muy encima. Mira, el año que llega Klopp yo había tenido algo de protagonismo con Brendan Rodgers habiendo debutado incluso. Yo pensaba 'he jugado dos partidos, me va a devolver al filial'. Y llegó y en la primera toma de contacto ya fue muy buena, fue en un parón de selecciones y claro en el Liverpool se van casi todos y eso me vino de locos porque me pudo ver sin tener al lado a los Wijnaldum y compañía. Ese año juego 7-8 partidos con él y la verdad es que muy bien. Pero en el verano me rompo el cuádriceps y me pierdo toda la pretemporada, la primera de Klopp. Ahí sí tenia claro que iba a bajarme al filial... Pero no, me mantuvo y hablaba mucho conmigo, me dijo que lo mejor era que saliera cedido a un sitio donde pudiera jugarlo todo. Me voy a Holanda y allí juego 19 partidos de 19 posibles, hago tres goles, doy cuatro asistencias... Me notaba bien, pero, claro, el Liverpool fichó a Keita por 60 millones de euros... Así que Klopp me dijo que lo mejor era que volviera a salir cedido, que me podía venir bien. Volví a Holanda y no me fue nada mal en ese segundo año.
Vuelvo a Liverpool y ese año se habló mucho. El Rosenborg hace una oferta de 4 millones de euros y ellos aceptan... pero yo no. Yo no me quería ir al Rosenborg. Ahí el club se lo toma mal y me manda al filial... Me quedo y en octubre Klopp vuelve a hablar conmigo y a darme bastante bola y notaba por conversaciones sentidas, de verdad, que no era un jugador importante en ese momento, pero Klopp se preocupaba por mí. Él veía que era un chico joven que a lo mejor no podía competir con Keita o Wijnaldum pero que tenía potencial para vivir de esto, para estar en la élite. No todos los entrenadores tienen estas conversaciones.
¿A qué tipo de conversaciones te refieres?
Hubo un día entrenando que estábamos en 5 contra 5 y me salí, estuve muy bien. Me cogió tras el entreno, me pone el brazo por el hombro y me dice: "Mira, Pedro, te voy a decir lo que te falta para explotar, vas a pensar que es una tontería y que no es tu juego, pero, si te fijas, nuestros mediocentros juegan limpio, fácil, a dos toques, como haces tú. Pero ellos, en cuanto tienen espacio, cogen la bola y van para delante. Tú muchas veces cuando recibes quieres jugar siempre a dos toques, a pase rápido. Intenta que, cuando estés solo, fija, avanza, aunque no sea tu seña de identidad". Y son cosas que yo antes no pensaba o no le daba importancia, pero, que un tipo como él, que ha vivido tanto, te aconseje así cuando en ese momento no tienes un rol importante... Me decía que le recordaba mucho a Nuri Sahin, que estuvieron juntos y fueron campeones de Bundesliga. Sentía una conexión muy buena con él, por eso aunque haya jugado poco siempre sentí que se preocupaba por mí.
Sí que estuvo encima de ti...
Es que hay muchos ejemplos, yo cuando vuelvo de Extremadura ya acumulaba 100 partidos en la élite, no era un niño. Me quedaba un año solo de contrato en el Liverpool y me podían mandar al filial... Pero no, ese año estuve en dinámica de primer equipo y juego 5 partidos, varios de ellos en Premier. Y piensas 'joder, con otro jugador igual el club no hace eso', porque encima venía de un año sin jugar. Son detalles que yo pienso: si pude irme al Nantes es porque Klopp apostó por mí ante Everton, Aston Villa, Arsenal... Y eso creo que no era normal.
¿Qué le dirías al Pedro que estaba 'jodido' hace unos años y que temía 'perderse'?
Le diría que estoy muy orgulloso de ese periodo que pasé y cómo lo pasé. Soy una persona que me aplico una frase 'Never too high never too low', nunca muy alto, nunca muy bajo. Yo era el que tranquilizaba a mis padres, a mi hermano y a mi familia cuando las cosas iban mal. Y creo que eso hizo que nunca me diese por vencido y que dentro de mí yo sabía que a la gente buena le llegan buenas cosas, sabía que mi momento iba a llegar y dependía de mí aprovecharlo.
¿Qué le diría al Pedro de 15 años que ficha por el Liverpool y que creía que el mundo estaba a sus pies?
Lo mismo, es que yo no me veía crecido. He tenido una educación en casa que mi padre siempre me ha inculcado la humildad, es la palabra que más se ha utilizado en mi casa. Yo, en el Valencia con 15-16 años, todo el mundo hablaba de mí, es verdad, pero es que a mí lo que me hacía feliz era ir al colegio, estar con mis amigos y no pensaba que pudiera llegar... hasta que ya te ves arriba.
Hemos hablado de tu momento bajo, cuéntame ahora cómo lidiaste con las sobre expectativas. Porque de ti se dijeron tantísimas cosas...
Yo hubo un día que sentí que no me gustaba lo que se decía de mí. Fue la primera pretemporada con el Liverpool con el primer equipo, juego literalmente 12 minutos en Helsinki y, a ver, juego bien, pero 12 minutos, era un 'bolo' de verano. Acaba el partido, me meto en el vestuario, entro en Twitter... bueno, bueno, bueno. Que si el nuevo Xabi Alonso había llegado, que si 10 años esperando a un nuevo Xabi Alonso y ya estaba aquí, que si Andrea Pirlo no sé qué... Y yo pensaba ''joder, por 10 minutos contra el Helsinki la que se está armando". Ese día yo le dije a mi padre que me gustaba. Ahora uso el Twitter pero de otra manera porque creo que es el enemigo número uno de las personas públicas. Eso fue una presión, para mí, enorme a los 18 años.
Si eso fue malo, cuando te hayan pegado algún palo por Twitter...
Y tanto, eso es mucho peor. Me han dado de leches a punta pala porque quizás ese nivel de Xabi Alonso que querían ver, vieron que no, que Xabi Alonso solo hay uno y que yo soy Pedro. Hay un ejemplo ante el Swansea en Premier League. El jueves Klopp ya me había avisado de que iba a ser titular el domingo ante el Swansea. Claro, tú imagínate dos días sabiendo que vas a debutar en Premier con el Liverpool con solo 18 años. Yo ahí lo que más pensaba no era en mi propio partido, sino lo que podría decir la gente si iba bien o mal y la presión que me metí fue brutal. Ese partido me salió mal, al equipo en general, pero a mí también, obviamente. Me cambió al descanso. Yo estuve los 15' del descanso que me daba miedo coger el móvil por haber defraudado a mis amigos, a la gente que esperaba de mí, a la familia... Al menos, siempre hago la broma, nos cambió a mí y a Coutinho, que es como 'bueno, no me cambió solo a mí'.
Todo esto que hablamos te ha hecho más fuerte ahora, eres capitán de un club importantísimo en Francia pero que pelea últimamente en la zona baja. Eso requiere fuerza mental.
Sí, creo que es una de mis claves. El primer año que llegué fue difícil: adaptación, Covid-19, nos salvamos en el playout por un gol... pero el segundo año fue mejor, quedamos séptimos, ganamos la Copa y creo que ese año di un paso adelante a nivel de juego y de peso en el club. Y hemos vivido un montón de emociones buenas y malas aquí: salvarnos en el último momento, ganar un título, jugar Europa League... Han sido muchas emociones y creo que la experiencia que tengo aquí hace que de puertas para afuera el equipo va mal y lo pasas mal, pero una vez entro al campo hemos demostrado que en situaciones límite estamos y estoy.
Te lo pregunto sin rodeos: ¿Tu objetivo es jugar en España?
Sí, sí. La verdad es que aquí yo estoy muy feliz y es verdad que, como estoy en el club actualmente, mi relación con todos (fisios, entrenador, trabajadores del club...) va a ser difícil de encontrar algo igual. Pero soy español, llevo 300 partidos en la élite y no he jugado en España y eso me pica, obviamente. Creo que mi juego, además, se adapta al tipo español. Al final, me he criado en el Valencia de 5 a 16 años, he jugado en la Selección hasta la Sub-19, mi fútbol en España es donde quizás hay más jugadores de ese perfil.
Todos los veranos se te ha vinculado al Valencia para volver. ¿Ha habido opciones reales alguna vez?
No, la verdad. No hemos tenido nunca una oferta encima de la mesa.
¿No te irrita ya que verano tras verano se diga que vuelves pero que realmente nunca haya nada?
Este verano salió a principio de verano que iba a fichar, pero es que a mí me da un pateo contestar a todo el mundo cada vez que sale. Porque les digo que no sé nada y no se lo creen, pero la verdad es que no he tenido nada.
¿Y te gustaría volver?
Lo primero, yo estoy muy feliz en el Nantes y tengo contrato hasta 2026. Dicho lo cual, a ver, obviamente, a quién no le gustaría jugar en su casa, donde viven sus padres, donde están sus amigos, con amigos en el club... El Valencia siempre sería una opción importante en mi toma de decisiones. Es verdad que ahora se ha ido Lato, de mi quinta, pero me llevo muy bien con Guillamón, con Gayà, con Sergi Canós, que estuvimos juntos en la cantera del Liverpool...
Dijiste hace no mucho que antes de ir al Nantes estuviste muy cerca de España. Ahora ya ha prescrito. ¿Dónde fue?
Al Granada, al proyecto de Diego Martínez que luego ese año se metió en Europa, no sé a qué nivel de cerca pero en este caso sí que me llegó y hubo conversaciones serias. Pero luego llegó el Covid-19 y eso lo truncó todo.
Tengo entendido que eres muy amigo de Carlos Soler, él también ha dicho que antes de retirarse le gustaría volver al Valencia y sois de la misma edad. ¿Habéis fantaseado juntos alguna vez compartir centro del campo?
Sí, muchas veces nos hemos imaginado jugando juntos en Valencia o en un equipo. Muchas, eh. Eso sí que sería para mí, buah... Si antes de nuestra retirada podemos jugar juntos en el Valencia, yo lo firmo con sangre. Es que entramos juntos al Valencia desde los cinco años, hicimos todos los años juntos, nuestros padres eran íntimos, quedábamos fuera del fútbol... Imagínate, con uno de tus mejores amigos, compartir vestuario y equipo.
Desde luego, la experiencia en pelear por no bajar la tienes...
(Ríe) Estoy curado de espanto. Incluso, un año que yo paré por unas molestias prolongadas porque íbamos tranquilos: octavos de Europa League ante la Juventus, semifinales de Copa y dije 'paro y me recupero bien'... Pero no, nos metimos en líos y tuve que volver para el penúltimo y último partido.
¿Se nota física y mentalmente el pelear por no bajar?
Un huevo, de verdad. Se nota mucho, cuando te juegas el descenso a partir de abril ya no es fútbol, es a ver quién es más duro de cabeza. El equipo que mentalmente flojee es el que cae, eso lo tengo clarísimo y al final siempre lo digo, a partir de abril no pienso en jugar bien o mal, pienso en competir como un enfermo, jugar feo y ya está.
Eres capitán en el Nantes pero no te veo muy de aspavientos.
Pues te diría que soy un capitán estilo José Gayà, no soy quizás el que más habla delante del grupo, no soy el típico en el vestuario que coge a todos y suelta el discurso antes del partido. Soy más como José, de predicar con el ejemplo desde los partidos hasta cualquier entrenamiento. Me gusta llegar el primero, irme de los últimos, que el compañero sienta que me puede comentar cualquier cosa. No tanto de palabra y de arenga, por mucho que mi francés sea muy bueno.
¿Con qué jugador de LaLiga crees que tienes similitud?
Pues, mira, salvando las distancias, a mí me encanta y quizás no tiene el nombre que otros pero me parece que es un jugador buenísimo: Luis Milla, eterno infravalorado. Un jugador de ese perfil: continuo, con capacidad para ganar duelos pero también llegar al área... Un poco ese tipo de jugador. Te digo alguien de LaLiga y no una típica estrella para que nadie diga 'este donde va'.
Te queda año y medio de contrato, ergo entramos en una etapa clave en tu carrera ya sea para renovar, ya sea para salir. ¿Qué objetivo te marcas con el Nantes?
Con el Nantes, en mayúscula, salvarnos, este club no puede bajar, esta ciudad no puede bajar.... Estamos un poco en las mismas los valencianos, sí. Pero, bueno, salvarnos y, luego, por qué no, somos un equipo copero como el Valencia, en cuatro años, dos finales... Y por qué no tener un poco de suerte en el sorteo e intentar aspirar a algo más.
¿E individual?
Seguir creciendo, creo que aún tengo más que dar y soy ambicioso. Mi sueño hasta mi último partido profesional va a ser ir con la Selección Española.